¡Pues es lo que faltaba!

miércoles, febrero 15, 2006

Un rugido.


Otro rugido, más prolongado.


Algo ruge sin parar.


Maxwell está tumbado en sus aposentos. Los Campos ya no le distraen, está de mal humor. Hace ya mucho que ha pedido que le traigan más ambrosía, pero nadie se la trae. Es más, sabe, debido a las corrugaciones del campo electromagnético, que ni siquiera hay alguien acercándose con ella.

- Ya está bien, me muero de sed, o como se llame esto. ¡Que venga inmediatamente G Andrews!

- ¿Me llamaba, mi señor Maxwell? ¿Qué es lo que desea?

- Pues verás Andy, resulta que hace varias edades que he pedido más ambrosía, y nadie me la trae, y nada hay peor en la creación que un Dios de Dioses muy enfadado.

- ¿La ambrosía, señor? Pero, yo no sé nada acerca de eso, yo me nutro de ficheros dll, no sabría qué decir acerca de su ambrosía.

- No me vengas con tonterías, tú eres un tipo con recursos, y no me creo que nunca te hayas agarrado un pedo con ambrosía. ¿Dónde se consigue eso cuando con sólo desearlo no te lo traen, como por otro lado debería ser?

- Hum, no lo sé, ciertamente, pero preguntele a Newton, el está más al corriente de los temas físicos y terrenales, según tengo entendido.

- ¿Ese quitamelplaneta-deahí-quemealtera-laenergía? Pues vaya una mierda de tarde que me espera. En fin, Andy, puedes volver al cajón del que viniste.

- Adios, mi señor.

- ¡Newton, presentate inmediatamente ante mi!

- Mi señor Maxwell, ¿me habéis llamado?

- Claro, ¿qué coño crees que estás haciendo aquí si no? ¿Sabes tú, mi bien amado amigo, dónde podría un viejo Dios como yo obtener ambrosía? Es que, sabes, llevo esperando un rato, pero nadie me la trae y ha llegado a mis oídos que tú manejas los hilos de los placeres físicos.

- Oh, bueno, verá, yo en realidad tan sólo doy forma al mundo, no sé nada de bebidas divinas. Pero vamos, si usted dice que la ha pedido, supongo que estará a punto de llegar.

- ¡Y una mierda! Si lo estuviera lo sabría. ¿Pero qué pasa aquí? ¿Es que soy el único borracho de este condenado Cielo? ¿Vosotros a qué demonios dedicáis la eternidad?

- Bueno, yo trato constantemente de que las cosas caigan donde deben, o de que se mantengan en el punto exacto... no sé, ese tipo de pasatiempos.

- ¡Pero por lo más sagrado! ¿Vosotros sabéis lo que es eso de no interferir en la creación? Lo hecho, hecho está, y ya no hay vuelta atrás, si algún objeto masivo tiene que caer y mandar a tomar por saco todo lo que existe, pasará y tú no podrás hacer nada, so memo.

- Bueno, es cierto, pero yo vigilo, me gusta hacerlo.

- Vigilo, vigilo... menudo mirón depravado, intervencionista de pacotilla. Si no sabes nada de la ambrosía ya te puedes ir largando. Y que sepas que siempre me has caído mal, capullo.

- ¡Señor, la no-ambrosía habla por usted! Me ha ofendido profundamente.

- Qué sí, que te largues. Anda ya. Menudo tío, seguro que se pasa el día moviendo soles, si pudiera lo mandaba a freir puñetas ahora mismo. Quien me mandaría hacer un universo con Gravedad, no podían mantenerse los planetas unidos con MS-Dos o con Mac-OS, no, tenía que llamar a Newton. En fin, y ahora, a quién llamo. A Poincaré, no a ese no, que cada vez que viene me cambia la forma de la habitación. Y a Bergman menos, que la última vez que vino, estuve aburrido tres vidas solares enteras. Stallings, eso es, Stallings es un tipo divertido y que sabe muchas cosas. ¡Stallings, ven de inmediato!

- Señor, aquí estoy.
- Joder, qué susto, ¿no sabes aparecer por delante como todo el mundo? Y haz el favor de quitarte la tarjeta ethernet en mi presencia.
- Disculpe, señor Maxwell, tiene razón, he sido descortés. ¿Qué desea?
- ¿Pero por qué me habláis todos como si tuviera cien años? Soys igual de viejos que yo, haced el favor de hablar bien, normal.
- Disculpe señor, pero no sé hablar de otra manera.
- Buah, jodidos snobs pedantes. Bien, verás, te expongo mi problema. Bueno, no te lo expongo, quiero Ambrosía y no sé donde está. ¿Tú sabes donde se hace eso?
- Hum, lo cierto es que yo no tomo ambrosía, pero...
- Claro, claro, que tú te nutres de almas y de vuenas voluntades y esas cosas ya, sí, ¿pero qué, eh? ¿Qué? No tienes ni idea de lo que puedo hacer ¿verdad? Vaya una mierda de Dioses que me he buscado.
- Bueno, iba a decir, que probablemente Fourier sepa lo que pasa, el sabe todo lo que ocurre a lo largo y ancho del tiempo a través de lo que el llama frecuencia.
- Un momento, ¿el que lo sabe todo no debería ser yo, que por algo soy el dios supremo?
- Bueno, lo cierto es que parece sensato, pero fue usted quien lo dispuso de esta manera.
- Pero qué subnormal puedo llegar a ser.
- No sea duro consigo mismo, lo hizo para evitar caer en la tentación. Reparto de poderes.
- Jo, con lo petardo que es Fourier, ahora empezará con sus Quizá, sus Tal Vez y sus Raramente. ¡Fourier, ven de inmediato!
- [Fourier] Aquí estoy, mi señor Maxwell.
- [Maxwell] Dice Stallings que tú lo sabes todo.
- [Stallings] ¡Eh, un momento, eso no es exactamente lo que yo he dicho!
- [M] Sí que lo es. Y si no, ya cambiaré lo que haga falta para que lo sea.
- [F] Ejem, si me permiten, en realidad no lo sé todo, tan sólo me jacto de ello.
- [M] ¿Cómo? Pero qué imbécil eres, ¿y por qué lo reconoces?
- [F] No puedo mentiros a vos, mi Señor.
- [M] Esto me pasa por condescendiente. Debería haceros patear a todos.
- [S] ¿Me permite retirarme a mis Dominios de Redes, mi señor?
- [M] No, tú te quedas aquí. A ver, Fourier, aunque no lo sepas todo, tú intenta recordar. Tranquilo, tómate tu tiempo. Resulta que he pedido ambrosía, hace ya mucho tiempo, y no me la traen. ¿Sabes qué es lo que sucede?
- [F] Claro. Por supuesto que sí.
- [M] ¡Bien! ¿Y qué es lo que sucede?
- [F] Que se ha acabado.

Silencio

- [S] Señor, ¿se encuentra bien?
- [M] Bien, mi querido Fourier. Podría reducir tu forma física a plasma informe, podría tragarte de un bocado y dejar que murieras disuelto en jugo gástrico, lentamente. Pero en vez de eso, te daré una segunda oportunidad, y te preguntaré: ¿sabes acaso, tienes idea tal vez, de por qué se ha acabado?
- [F] Bueno, verá, lo cierto es que no.
- [M] Ajá. - Mientras hace ademán de levantarse con gesto hostil.
- [F] Pero, pero, creo que puede tener algo que ver con Kirchhoff.
- [M] Con Kirchhoff, ¿eh? - Sentandose de nuevo. - Cuenta, cuenta...
- [F] Bueno, ya sabe, Kirchhoff, le da a...
- [M] ¿Le da a?
- [F] A eso, ya sabe.
- [M] Demonios, no, no lo sé, ¿a qué le da?
- [F] Al frasco, es un poco dado a beber a deshoras.
- [M] ¡Cielos, al fin alguien normal en este sitio! Y entonces, supongo que él sabrá donde hay ambrosía, ¿verdad?
- [F] Pues verá, no lo creo, él solía pedirla a cocinas, igual que usted, y últimamente anda muy sobrio y cabreado, de modo que sospecho que él tampoco bebe ya ambrosía.
- [M] Bah, bah, bah. Nunca desprecies la inventiva de un borracho. ¡Kirchhoff, ven de inmediato! Y tú, Fourier, puedes irte por ahí a perder el tiempo un rato.
- [F] Gracias, señor.
- [S] Y yo, señor, ¿puedo irme ya?
- [M] No, y cállate.

Transcurren unos segundos.

- [M] ¿Pero dónde está este tio? ¡Kirchhoff, ven ya o te sacudo!
- [Kirchhoff] Drígamme, ssseññorrrrr.
- [M] ¡Joder! ¿Estás borracho? ¡Menuda castaña que lleva encima!
- [K] Nnno, ssseññor, esdoy algo breocupado, esso es todddo.
- [M] ¿Preocupado? Pero, ¿qué dice? Este tío está ido.
- [S] Ya lo ve, señor, así están las cosas. ¿Puedo irme ya?
- [M] !Que no, demonios! ¡Y cállate ya!
- [K] Esdoy breocubado borque los enanitos se han emmb... emmnnn... ebm... berdón, ebbbancipado, y ahora denggo gue drabajar.
- [M] ¿Cómo que se han emancipado? ¿Que ahora tienes que trabajar? Pero, ¿y hasta ahora que hacías, so vago de mierda?
- [K] Nnno, nno, yo drabajo bucho, bbbero ellios decían que ahora soi insobortable, y se han ido, y ahhora dengo que hazerlo io todo. Bueno, y el chiccco essse gue be aiuda.
- [M] Vale mira, tu vida me importa un carajo. Lo importanet es que estás borracho, y eso me alegra, porque significa que tienes ambrosía. Así que, como jefe tuyo, te obligo a que me la des toda, y me digas donde la consigues.
- [K] Ayyy, la ambrrrrrrosía. Mi amorrrrr. Bero dno dengo ambrrrrosía, ahora dengo que tomarrr absenta. Y do be gusta, mbbe cambia el caracterrrrrr, y bor eso se han ido dlos enanitossss.
- [M] ¡Mierda! ¡Mierda, mierda y mierda!
- [K] Hic.
- [M] Mamarracho. Borracho cabrón, seguro que te la has bebido toda. Pero, loado sea el Espíritu Creador, ¿por qué no hacen más?
- [K] Borque dno tienenn el librrrro.
- [M] ¿Qué dices? ¿El libro? ¿Qué libro?
- [K] El librrro, edl libro de la sabiddurría, en el gue debositó toddo su saberr. En cocina dno lo enguentrran, y la receta dde la ambrrrossía esdaba allí.
- [S] Ups.
- [M] ¿¡Qué!? ¿Y qué es eso de ups? Habla, imbécil, ahora no te quedes callado.
- [S] Estooo, verá, hace algún tiempo, nos dimos cuenta de que faltaba en la biblioteca.
- [M] ¡Pero cómo que faltaba en la bibliotéca! A ver, subnormal, ese libro no puede faltar en la biblioteca. ¡Es El Libro, por el amor de Dios! ¡¡¡Voy a colgar a los bibliotecarios por esto!!! ¿Por qué no se me ha informado?
- [S] En realidad, verá, no lo perdieron ellos, y convinimos que era mejor no decírselo, porque a lo mejor se enfadaba.
- [M] ¿Enfadarme? Nooo, que va, os voy a quemar vivos a todos, pero no me enfadaré, porque soy muy bueno y muy comprensivo... ¿Y quién lo perdió, si puede saberse? Y tú, borracho, deja ya de babearme el nórdico.
- [S] Pues, lo cierto es, que, jejeje, que cosas, ¿verdad? Fui yo.

Silencio. Maxwell parece embrutecerse por dentro.

- [S] Pero no se preocupe, porque no lo tiene El Enemigo.
- [M] ¿Cómo sabes que no lo tiene Shannon?
- [S] Pues porque si lo tuviera se habría armado la de dios, y no se ha armado, así que no lo tiene él, jeje, qué cosas pasan.
- [M] Búscalo.
- [S] ¿Cómo?
- [M] Que lo busques.
- [S] ¿Dónde?
- [M] Tú sabrás, tú lo perdiste.
- [S] Pero... probablemente esté en el mundo...
- [M] ¿En el mundo? ¡Pues entonces con más razón!
- [S] Pero, no quiero mezclarme con ellos... huelen.
- [M] Mira, so bobo, me da igual lo que hagas, pero te doy quince días para que recuperes el jodido Libro y me traigas un buen cancarro de ambrosía. De lo contrario, te voy a preparar una sorpresita de esas que tanto os gustan a los dioses. Una de esas que sólo duelen cuando eres inmortal y todopoderoso, de esas que explicadas en términos mortales no hacen más que retorcer las palabras porque por mucho que se escriban no dan una idea de lo que realmente significan y de hecho no tienen por qué, porque no fueron concebidas para contemplar tal sufrimiento.
- [S] Glups.
- [M] Exacto, glups, es lo que estaba pensando. Y ahora, largaos los dos.... Y recuerda, quince días.

Tras una breve pausa, y ya en solitario.

- Putos abstemios.

martes, febrero 14, 2006

Autobombo

Bien, ya sé que no es muy al uso eso de escribir cosas que han escrito otros (cuestiones egoístas de política del lugar, ya sabéis) pero dado que es para loar mis excelsas creaciones, y dado que no suponía que nadie fuera a hacerlo, me dispongo a mencionar lo que el Doctor de la Pluma Rustizaar dijo:

Estoy bastante sorprendido de mantener una periodicidad más o menos decente en este blog. Nunca he sido especialmente fiel ni aficionado a todo lo que me da trabajo y tampoco he sido nunca muy dado a la introspección (seamos serios, me conozco bastante bien, al fin y al cabo vivo 24/7 conmigo mismo) pero aun así veo que a diferencia del colega Svannen, al que leo en su blog las más extraordinarias historias y un aire de humor y sana diversión, yo tiendo a ser mucho más coñazo y llenar los textos de estupideces sobre mi propia persona que la mitad de las veces no merecerían ni ser escritas.
Sin embargo creo que siempre he tenido un gran inconveniente a la hora de plasmar el humor en mis textos. Carezco de facilidad para escribir humor a diferencia de lo fácil que me resulta (o a mí me lo parece) generar humor verbalmente. Creo que es porque en el fondo tengo una imaginación bastante limitada. Es decir, al empezar de cero no sé qué decir. Sin embargo, verbalmente, siempre partes de una conversación, de una palabra, de algo que te da pie, que pone tu mente en funcionamiento. Que después tu mente divaga hasta dar con cosas rebuscadas y completamente alejadas del punto de partida es un hecho, pero partes de algo. Y yo necesito partir de algo. Por eso siempre que leo a Svannen me asombro de su capacidad para imaginar. Después a mí se me ocurren doscientas variantes, cambios, versiones, añadidos, corolarios, vueltas de tuerca a lo que él escribe, pero el trabajo difícil es el que él hace partiendo de cero. Y ante eso me quito el sombrero.

Bueno, pues eso, que muy agradecido.